Lucas 2:46

I. Cristo tiene una casa aquí abajo así como en el cielo arriba. Aquí se nos imparte la luz de Su Palabra; aquí está Su morada y aquí están Sus provisiones; la mesa que Él nos proporciona. Seguramente no debemos pensar en encontrar a nuestro Salvador en los caminos de la ambición y el orgullo, en los placeres de la riqueza o el lujo, o en la búsqueda ansiosa de algo que pertenezca a este mundo. Estas cosas no se encuentran en la casa de Su Padre, ni pueden acercarse a Su morada.

Pero si buscamos a Cristo, lo encontraremos en los métodos de la virtud y las sendas de los mandamientos de Dios; en las personas de los pobres y en el bendito privilegio de atender a los afligidos; en las horas de nuestras más serias jubilaciones. Lo encontraremos en lecturas santas y meditaciones piadosas, en los oficios de la religión y en la casa de oración.

II. Efectivamente, Cristo está aquí; aquí más especialmente se muestra y se manifiesta al alma humilde, devota y fiel. Porque aunque él está aquí, y aquí se manifiesta, no todos lo ven aquí, sino sólo los de limpio corazón; así como Él mismo enseñó después en el Sermón del Monte, diciendo: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". Así fue en verdad cuando por primera vez vino a su templo cubierto con un velo en nuestra carne, cuarenta días después de su nacimiento; para el santo Simeón, la devota Ana, la Virgen bendita, el justo José vio al Señor; pero a otros ojos estaba oculto: para los irreflexivos y mundanos, para los obstinados y para los orgullosos, el Niño ese día presentado en el Templo parecía simplemente la descendencia ordinaria de padres mezquinos,

Un deleite habitual en la Casa de Dios; una reverencia y asombro habituales aquí; y un recuerdo continuo, cuando regresemos al mundo, de las cosas que hemos oído, visto y profesado, y de las que hemos sido partícipes aquí, estas son las únicas señales seguras de que no venimos aquí en vano que aquí aprendemos. Cristo y tener una verdadera comunión con él.

Sermones sencillos de los colaboradores de "Tracts for the Times", vol. vii., pág. 7.

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