HACER AMIGOS

'Y yo os digo: Háganse amigos de las riquezas de la iniquidad; para que, cuando falles, te reciban en moradas eternas ”.

Lucas 16:9

Nuestro Señor desea que entendamos que su religión y servicio exigen tanto celo, prudencia y tacto como la búsqueda de ganancias terrenales, porque la vida cristiana debe ser tan sabiamente regulada como la mundana y, en la medida de lo previsto, industria y entusiasmo, la Iglesia tiene muchas lecciones que aprender del Intercambio.

Hay pocos espectáculos más melancólicos que observar los métodos apáticos y sin tacto con los que el cristiano promedio parece pensar que es probable que pueda atraer a las filas de la justicia y transformar las fuerzas que hacen el mal en fuerzas que hacen el bien. La cuestión es puramente política. Es el punto sobre el que nuestro Señor se concentra en la lección principal que enseña en la parábola; "Háganse amigos de las riquezas de la injusticia". Implica dos cosas.

I. Debemos ser mayordomos de Cristo : esa es la relación en la que debemos estar. Por lo tanto, no debemos considerar nada como aparte o fuera de esa mayordomía, y no debemos tratar a nadie con fría indiferencia como si estuviera fuera del alcance de nuestra influencia cristiana.

II. En todas partes y de todo debemos tratar de hacer amigos : amigos primero, de todos, de nosotros mismos, amigos, segundo, de la rectitud y, finalmente, de Dios.

III. ¿Qué es mammon? —Permítanme ofrecerles algunos ejemplos prácticos de lo que significa la oscura frase que nuestro Señor emplea aquí: oscura para nosotros, pero, tal vez, clara para los judíos que la escucharon. La palabra siríaca 'mammon' parece haber sido usada como el término genérico para dinero, comida o cualquier otra cosa que los hombres de mentes malvadas hagan para ministrar a fines malvados. Pero el punto a notar es que nada es malo en sí mismo, sino que puede convertirse en arroyos de justicia o pozos de injusticia.

Podemos convertir las cosas a voluntad en amigos o enemigos. Nuestro Señor enseña un principio estrictamente científico, el principio que el gran Francis Bacon introdujo en la ciencia natural de su época. Bacon enseñó que debemos conquistar la naturaleza. ¿Cómo? Haciéndola nuestra amiga. Que el hombre, dice, sólo se detenga a estudiar y obedecer las leyes de la naturaleza y ella mostrará su gratitud al convertirse en su ayuda y benefactora.

Y ahora este principio natural debe reflejarse en nuestro trato moral y espiritual con el mundo, es decir, si queremos ganar el mundo para el servicio de Dios. Tomemos, por ejemplo, los tratos que tenemos con el dinero. Es poderoso para bien o para mal; puede convertirse en el mamón de la injusticia, o puede convertirse en un amigo y aliado destinado a comprar la entrada a las moradas eternas. Deja de ser mammon, ¿cuándo? Por qué, cuando dejas de usarlo como tal. Y entonces vemos el significado del dicho de nuestro Señor que sigue a la parábola: "No podéis servir a Dios y a Mammón".

Archidiácono HEJ Bevan.

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