El que anda en rectitud teme al Señor.

Conducta humana

I. Los hombres difieren ampliamente en su conducta diaria.

1. Algunos hombres caminan rectamente. Caminar rectamente implica:

(1) Fuerza moral. El hombre no está encorvado ni torcido por las debilidades del pecado o el peso de la depravación.

(2) Rectitud consciente. No inclina la cabeza, como avergonzado de mirar a la cara a su vecino. Está tan abierto como el día y tan intrépido como el sol.

2. Algunos caminan perversamente. “Son perversos en sus caminos”. Están torcidos en sus propósitos, políticas y actuaciones.

II. Los hombres revelan su corazón a Dios en su caminar diario.

1. La conducta correcta surge de un sentimiento correcto hacia Dios. El que anda en integridad teme al Señor. No hay verdadera moralidad sin religión. La piedad es el primer principio de toda rectitud. Todo buen vivir debe tener respeto por Dios.

2. La conducta incorrecta surge de un sentimiento incorrecto hacia Dios. “El de perversos caminos le desprecia”. El malhechor no siente respeto por Dios. Lo ignora tanto como puede. Puede saber cómo se sienten los hombres interiormente hacia su Hacedor al observar cómo se tratan exteriormente unos a otros. ( D. Thomas, DD .)

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