Hijo mío, guarda mis palabras y guarda contigo mis mandamientos.

Preceptos de los padres

"Atesorar." Hebreo: "esconderse". Una metáfora del tesoro que no se deja abierto en la casa, sino que se mira hacia arriba en cofres sin ser visto, para que no se pierda o se escape.

I. Los niños deben recordar las palabras de los padres.

1. Sus palabras de instrucción.

2. De cargo o mando.

3. De elogio, porque es un gran estímulo para hacer el bien.

4. De consuelo, que reaviva el espíritu de los buenos niños en sus angustias.

5. De promesa.

6. De prohibición.

7. De la reprensión.

8. De conminación.

La fuente de las palabras de los padres es el amor, sí, cuando regañan. El final y el resultado de todos sus discursos es el bien de sus hijos.

II. El corazón es el receptáculo de los preceptos piadosos. Allí deben guardarse.

1. Son muy valiosos en sí mismos. Hay cosas comunes en la casa. Las cosas de elección están encerradas.

2. Son muy provechosos para nosotros, y tales cosas se infiltran fácilmente en nuestro corazón.

3. El corazón es el lugar más secreto para alojarlos.

4. Es el lugar más seguro. Los buenos preceptos deben estar tan listos en nuestros pensamientos como si los tuviéramos en nuestros ojos. ( Francis Taylor, BD )

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