Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que debe venir; e incluso ahora ya está en el mundo.

Ver. 3. No es de Dios ] Y, sin embargo, no se le llama ateo, ni antiteísta, sino Anticristo, es decir, un opuesto a Cristo; como si su oposición no fuera tanto a la naturaleza o persona de Cristo, como a su unción y función.

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