Pero en cuanto al amor fraternal, no es necesario que les escriba, porque Dios les enseñó a ustedes a amarse los unos a los otros.

Ver. 9. No es necesario que escriba ] Ya que la naturaleza divina, de la cual sois participantes, os impulsa a ella, como la naturaleza común hace que los hermanos se amen los unos a los otros. El mismo nombre de un hermano es lo suficientemente potente como para atraer afecto.

Son enseñados por Dios ] Por tanto, no tengáis necesidad de ser enseñados por hombres, como los que aún son ajenos a la vida de Dios. Quando Christus magister, quam cito discitur quod docetur? dice Agustín. Nescit tarda molimina gratia Spiritus sancti, dice Ambrosio. Todos los eruditos de Cristo son ágiles y notables.

Amarnos unos a otros ] Los afectos son cosas en las que solo el Señor puede entrometerse; por eso el apóstol dice: "Dios les enseñó a amarse los unos a los otros".

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