Por tanto, el que menosprecia, no desprecia al hombre, sino a Dios, el cual también nos ha dado su Espíritu Santo.

Ver. 8. Por tanto, el que desprecia ] Que piensa que fornicar es un truco de juventud, y un truco de ingenio el sobrepasar u oprimir; que no tiene nada que ver con aclarar las lecciones anteriores; encontrará que tiene que tratar con Dios y no con el hombre en este negocio; y que es por el Espíritu de Dios que le hemos hablado, quien castigará su desprecio de sus consejos.

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