Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

Ver. 15. Como ministros de justicia ] Cavete a Melampygo. Pruébelo antes de confiar; las sectas y los seductores son muy sutiles e insinuantes; las langostas tienen caras de mujeres; conócelos y evítalos. Cuando se elogió al legado del Papa en el Concilio de Basilio, Segismundo el emperador respondió: Tamen Romanus est, Sin embargo, es un romano. Entonces, que Satanás o sus agentes nunca nos hayan recomendado tanto en sus seducciones azucaradas, respondamos: Sin embargo, es un diablo. El pecado dibuja la imagen del diablo en un hombre; la envidia es el ojo del diablo, la falsedad su lengua, la opresión su mano, la hipocresía su pie hendido, etc.

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