Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos; y pasó junto al muro, y la gente miró, y he aquí, [tenía] cilicio por dentro sobre su carne.

Ver. 30. El alquiló su ropa. ] No dijo nada sobre el caso propuesto, porque era horrible y difícil de juzgar. Pero esta madre cruel debería haber muerto por una asesina.

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