Y Absalón no dijo nada bueno ni malo a su hermano Amnón; porque Absalón aborrecía a Amnón, porque había obligado a su hermana Tamar.

Ver. 22. Y Absalón no habló a su hermano Amnón ni bueno ni malo, ] sc., Acerca del abuso hecho a su hermana; pero hizo como si hubiera digerido esa herida y la hubiera colocado. No hay nada más peligroso para confiar que la hermosa apariencia de un corazón enconado.

Porque Absalón odiaba a Amnón. ] Con un hábito de odio, en el que está impregnado el veneno de todos los demás vicios. La pólvora tomará y arderá, antes que la cal; sin embargo, la cal tiene más calor innato y arde más por dentro; lo mismo ocurre con los malvados decididos a vengarse y esperar su oportunidad. Cuidado con eso.

Porque había obligado a su hermana Tamar. ] Este fue el gran rencor, la base de ese odio inveterado. Ahora bien, si Absalón, aunque malvado y antinatural, no pudo soportar el mal que hizo su hermana: si los hijos de Jacob cayeron tan mal sobre los siquemitas por la violación de Dina, ¿cómo pensamos el Señor Cristo, que aceptaremos los abusos cometidos contra su hermana, su esposa, la Iglesia y sus miembros, por aquellos que buscan convertir su gloria en vergüenza?

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