Os mando, oh hijas de Jerusalén, que no despertéis ni despertéis [mi] amor hasta que él quiera.

Ver. 4. Os conjuro, hijas de Jerusalén. ] Ver Trapp en " Son 2: 7 "

¿Por qué habrías de agitar?] ¿Qué obtendrás con eso? ¿O qué razón podéis dar para ello? Pero la lujuria es precipitada y no considera lo "malo y amargo que es el pecado". Jer 2:19 Además, se ensombrece tanto el entendimiento que uno pensará que tiene razón para estar loco, y que hay gran sentido en pecar.

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