Porque si un hombre se cree algo, cuando no es nada, se engaña a sí mismo.

Ver. 3. Piense que es algo ] El auto-engañador toma su contador y lo pone en mil libras, como los fariseos y laodicenos. De tales personas se puede decir, como quintiliano en alguna parte de algunos sobrecargados de sí mismos, que podrían haber demostrado ser excelentes eruditos si no hubieran sido ya tan persuadidos.

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