Y descendió el SEÑOR para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.

Ver. 5. Y el Señor descendió. ] Non motu locali, sed actu iudiciali .

Para ver la ciudad, etc. ] Que así su sentencia, basada no en rumores o información incierta, podría ser ante todo una cavilla o una excepción. Un precedente justo para los jueces. Caifás primero sentenció a nuestro Salvador y luego preguntó a los asesores qué pensaban de él. El capitán en jefe primero ordenó que Paul fuera azotado y luego examinado. Hechos 22: 24-25 Esto era absurdo. Dios, aunque lo sabía todo antes, se dice que bajó para ver.

Dejemos que sus acciones sean nuestras instrucciones. Ningún hombre debe ser declarado leproso precipitadamente: y los jueces deben "hacer diligentes inquisiciones", Deuteronomio 19:18, ya que los pedernales deben llevar fuego pero no expresarlo fácilmente. Potifar se apresuró demasiado con José y David con Mefiboset. Eneas Sylvius a nos habla de algunos lugares, donde los ladrones apresados ​​pero bajo sospecha, son atados actualmente, y tres días después de que se sienten en juicio sobre la parte ejecutada.

Si lo encuentran culpable, lo dejarán colgado hasta que caiga. Y si no, bajan el cuerpo y lo entierran honorablemente a cargo público. Esto no es semejante a Dios, ni un punto de sabiduría: porque Nervus est sapientiae non temere credere .

Que edificaron los hijos de los hombres. ] Nimrod principalmente, con sus compañeros camitas. Pero que algunos de la posteridad de Sem y Jafet hayan tenido algo que ver con eso, es más que probable, por su castigo común, la confusión de lenguas. Heber y los suyos no tenían nada que ver con ellos; y por lo tanto retuvieron la lengua hebrea, llamada desde entonces "la lengua de los judíos", Isa 36:11 hasta que fueron llevados cautivos a Babilonia, donde creció una mezcla entre ellos de hebreo y caldeo, de donde surgió la lengua siríaca, común en el libro de nuestro Salvador. tiempo, como aparece en muchas palabras siríacas en los Evangelios.

a Aene. Sylvius., Europ., Cap. xx.

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