Rubén, tú eres mi primogénito, mi fuerza, y el principio de mi fuerza, la excelencia de la dignidad y la excelencia de la fuerza.

Ver. 3. Mi fuerza y ​​comienzo de mi fuerza. ] Nate meae vires… La palabra aquí usada significa el esfuerzo del cuerpo por la fuerza para lograr algo muy deseado: como fue el de San Pablo, επεκτεινομενος , Fil 3:14 y el de Elías, 1Re 18:42 cuando oró y rezó, como lo ha hecho Santiago, es decir, con la máxima intención de afecto (προσευχη προσνυξατο, Stg 5:17).

La excelencia de la dignidad y la excelencia del poder. ] Es decir, dice el Caldeo Paraphrast, Excellens principatu et sacerdotio. A ambos los perdió y de los que cayó; los cristianos tampoco. Apocalipsis 1: 6

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