De modo que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador, y no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

Ver. 6. Para que podamos decir con valentía ] Teniendo tal promesa para edificar y fundamentar nuestra fe, bien podemos proceder a esta santa gloria contra toda oposición.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad