Entonces dije: No lo mencionaré ni hablaré más en su nombre. Pero [su palabra] estaba en mi corazón como un fuego ardiente encerrado en mis huesos, y estaba cansado de soportar, y no podía [quedarme].

Ver. 9. Entonces dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre, ] un decir, me dará más de la predicación. Esto, dijo Latimer en un caso similar, fue una resolución traviesa, muy traviesa.

Pero su palabra estaba en mi corazón como fuego ardiente. ] b Ex sensu malae conscientiae propter illud propositum. Y aquí estaba la obra del Espíritu contra esa resolución carnal suya. El pueblo de Dios no puede hacer las cosas que haría, dice el apóstol. Gal 5:17 Como no pueden hacer el bien que quisieran a causa de la carne, tampoco el mal que quisieran a causa del Espíritu. Hay un conflicto continuo, y por así decirlo, la compañía de dos ejércitos opuestos. Hijo 6:13 La verdadera gracia se esconderá tan poco como el fuego: quis enim celaverit ignem?

Y estaba cansado de soportar la paciencia, y no podía quedarme.] C El servicio de Jeremías entre los judíos era como el de Mantio Torcuatus entre los romanos, quien lo entregó, diciendo: Ni yo puedo soportar sus modales, ni ellos mi gobierno. Empezó a pensar, con ese doloroso patriarca, que el descanso era bueno; Gen 49:15 y con el olivo, la vid y la higuera de la parábola de Jotam, que lo mejor era disfrutar de una amada intimidad.

Estaba dispuesto a decir: Bene qui latuit bene vixit; y Bene qui tacuit bene dixit, etc. Pero esto no podía sostenerse con él, vio bien; porque así como el movimiento del corazón y los pulmones está siempre latiendo, y es un dolor contenerlo, contener la respiración, así aquí,

Strangulat inclusus dolor atque exaestuat intus:

Cogitur et vires multiplicare suas. ”- Ovidio, Trist.

a Ex humano motu et metu hoc in mentem incidit. - Un Lapide; Pisc.

b Quoque magis tegitur, tanto magis aestuat ignis. - Ovidio.

c Hanc legem ex hoc loco dat concionatori ne defatigetur nec ullo tempore sileat, sive sit qui auscultet, sive non. - Chrysost, de Lázaro.

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