¡Ojalá mi cabeza fueran aguas, y mis ojos fuente de lágrimas, para llorar día y noche por los muertos de la hija de mi pueblo!

Ver. 1. ¡Oh, si mi cabeza fueran aguas! ] Mira sermonis transfiguratione utitur propheta, Un deseo maravilloso de este profeta llorón, y ser aceptado por los ministros fieles de Dios, considerando la condición lamentable de su pueblo que perece, destinado a la perdición. Pia est illa tristitia, et si dici potest, beata miseria, Apacigua esta tristeza y, si se puede decir, bendice esta aflicción, dice Agustín; un este es un dolor tan dulce, una miseria bendito. Estas aguas se convertirán en vino en el día de las bodas del Cordero; para lo cual también se guardan a salvo en la botella de Dios. Sal 56: 8

Y mis ojos fuente de lágrimas. ] Que podría haber una perennidad de ellos. La misma palabra en hebreo significa ojo y fuente; tanto porque el ojo es de constitución acuosa, como por eso nuestro ojo debe gotear y no cesar por nuestros propios pecados y miserias y los de otros hombres. Lam 3:49 Se dice que Atanasio con sus lágrimas, como con el sangrado de una vid casta, curó la lepra de esa edad contaminada. B

una epista. 545.

b Proborum virorum lachrymae sunt peccatorum diluvium, et mundi piamentum - Nazianzen, Orat. 3.

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