Jeremias 9:1

El "profeta llorón" es el título que a menudo se le da a Jeremías. No es un profeta popular. Los hombres infelices no suelen ser hombres populares. Sin embargo, éste tenía una amplia razón para la depresión bajo la que vivía y el tono menor que atraviesa la tensión de sus escritos. Tenía una naturaleza delicadamente sensible, un apego más profundo a la causa de Dios, un intenso amor patriótico por su tierra natal; sin embargo, le tocaba vivir en una época en la que el pueblo de Dios había caído en la más terrible apostasía y los juicios más terribles se cernían sobre ellos.

Su misión era contarle al pueblo sus pecados, reprender a los nobles por su opresión, a las órdenes más humildes por su vileza, al sacerdocio por su falsedad, incluso a sus compañeros profetas por su infidelidad al Dios viviente. Para su propio tiempo y pueblo, él fue el profeta de la perdición.

I. Jeremías representa una clase de buenos hombres y mujeres de los cuales algunos existen en todas las épocas. Hay algunos buenos hombres de los que hay que reconocer que no son cristianos homosexuales. Tienen una naturaleza peculiarmente sensible y profunda. Su religión es proporcionalmente profunda y tierna.

II. Los cristianos de corazón quebrantado, hay que confesarlo, no tienden a ser populares en el mundo; Se dicen cosas muy duras de ellos, juicios muy injustos que tienen que soportar en silencio.

III. La clase de hombres y mujeres de quienes Jeremías es el tipo posee un estilo muy profundo de carácter cristiano. La eternidad nos mostrará a todos que algunas de las grandes almas del mundo se encuentran entre ellas.

IV. Los cristianos que representa el profeta llorón son hombres y mujeres de gran poder espiritual. Al mundo no le gustan, pero no puede evitar respetarlos. Después de todo, amamos las realidades. Sentimos el poder del hombre que más los conoce y los siente más profundamente.

V. ¿Quién puede ayudar a ver que los cristianos de corazón quebrantado son, en algunos aspectos, muy parecidos al Señor Jesucristo?

VI. Estos cristianos de corazón quebrantado están seguros de tener un rango muy elevado en el cielo.

A. Phelps, The Old Testament a Living Book, pág. 7.

Referencia: Jeremias 9:1 . Spurgeon, Sermons, vol. iii., No. 150.

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