Cuando se calientan, se desvanecen: cuando hace calor, se consumen fuera de su lugar.

Ver. 17. Cuando se calientan, se desvanecen: cuando hace calor, etc.] He aquí el fruto de la confianza de las criaturas, de hacer de la carne nuestro brazo, de confiar en los hombres o en los medios; mientras que Deo confisi nunquam confusi, los que confían en el Señor nunca serán defraudados. Esto nunca podrás hacer, a menos que (sin fondo de ti mismo y de la criatura) te apoyes tanto en el Señor, que si él te falla te hundes, y no de otra manera.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad