Y cuando Jesús entró en Capernaum, se le acercó un centurión, suplicándole,

Ver. 5. Se le acercó un centurión ] Rarior est virtus veniens e corpore raro. Los soldados suelen ser criaturas feroces e impías. Pero este noble centurión bien podría haber sido comandante en esa Legión del Trueno, y bien podría haber tenido su mano en esa Victoria Halleluiatica (como se la llamaba) obtenida por los británicos ortodoxos contra los muelles pelagianos y los sajones aquí, Victoria fide obtenta, non viribus, como nos cuenta la historia; una victoria obtenida por fe, y no por la fuerza, Κεραυνοβολος D. Ussier, de Britann. Eccles. primord, pág. 332.

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