¿Qué fruto, pues, tenías de aquellas cosas de las que ahora te avergüenzas? porque el fin de esas cosas es la muerte.

Ver. 21. De lo cual os avergonzáis ] Donde el pecado está en la silla, la vergüenza está en la grupa. Los hombres tendrían la dulzura, pero no la vergüenza del pecado; y el crédito de la religión, pero no a costa de ella.

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