Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean agradables a tus ojos, oh Jehová, fortaleza mía y Redentor mío.

Ver. 14. Que las palabras de mi boca, y la meditación, etc. ] Sint ad beneplaeitum verba, etc. Que mis palabras y pensamientos, así como mi vida y acciones, sean de aceptación favorable; que sean los que se ajusten a tu ley y a tu voluntad.

Oh Señor, fuerza mía ] Heb. mi roca, In Mare, vel in Marah, vel in hoc mundo, dicen los rabinos; en el mar del dolor ya lo largo del desierto de este mundo (Midrash Tillin).

Y mi redentor ] O, mi pariente más cercano, que es Jesucristo, en quien podemos esperar todo bien de Dios, en virtud de la alianza. David lo entendió bien, y por eso puso todo el peso sobre esto: "Oh Señor, fuerza mía y Redentor mío".

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