1-6 El apóstol no tenía ningún propósito mundano en su predicación. El sufrimiento por una buena causa debe agudizar la santa resolución. El evangelio de Cristo encontró al principio mucha oposición; y fue predicado con contención, con esfuerzo en la predicación y contra la oposición. Y como el asunto de la exhortación del apóstol era verdadero y puro, la manera de hablar era sin engaño. El evangelio de Cristo está diseñado para mortificar los afectos corruptos, y para que los hombres sean llevados bajo el poder de la fe. Este es el gran motivo de la sinceridad, considerar que Dios no sólo ve todo lo que hacemos, sino que conoce nuestros pensamientos a distancia, y escudriña el corazón. Y es de este Dios que prueba nuestros corazones, que debemos recibir nuestra recompensa. Las pruebas de la sinceridad del apóstol eran que evitaba la adulación y la codicia. Evitó la ambición y la vanagloria.

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