20-25 Dios ordenó que se produjeran los peces y las aves. Esta orden la ejecutó él mismo. Los insectos, que son más numerosos que los pájaros y las bestias, y como curiosidad, parecen haber sido parte del trabajo de este día. La sabiduría y el poder del Creador deben admirarse tanto en una hormiga como en un elefante. El poder de la providencia de Dios preserva todas las cosas, y la fecundidad es el efecto de su bendición.

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