12-24 Los falsos principios religiosos, adoptados por los hombres carnales, impulsan a una maldad tal, que la naturaleza humana difícilmente se supondría capaz de realizar. Sin embargo, el Señor desbarata fácilmente los mejores planes de iniquidad. Pablo sabía que la providencia divina actúa por medios razonables y prudentes; y que, si descuidaba el uso de los medios a su alcance, no podía esperar que la providencia de Dios obrara en su favor. El que no se ayuda a sí mismo según sus medios y su poder, no tiene ni razón ni revelación que le asegure que recibirá ayuda de Dios. Creyendo en el Señor, nosotros y los nuestros seremos guardados de toda obra mala, y guardados para su reino. Padre celestial, danos por tu Espíritu Santo, por amor a Cristo, esta preciosa fe.

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