1-7 El ojo penetrante de Dios vio el gusto secreto y la disposición al pecado, el amor que la casa de Israel tenía por sus pecados y el dominio que sus pecados tenían sobre ellos. El orgullo hace a los hombres obstinados en otros pecados. Y como Judá estaba pisando los mismos pasos, caerían con Israel. Al tratar traidoramente con el Señor, los hombres solo se engañan a sí mismos. Aquellos que van a buscar al Señor solo con sus rebaños y sus rebaños, y no con sus corazones y almas, no pueden esperar encontrarlo; Tampoco se apresurará quien no busque al Señor mientras puede ser hallado. Vea cuánto nos preocupa buscar a Dios temprano, ahora, mientras es el tiempo aceptado y el día de salvación.

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