7-16 No podemos ver a Dios, pero él puede vernos a nosotros. El salmista no deseaba irse del Señor. ¿A dónde puedo ir? En los rincones más lejanos del mundo, en el cielo o en el infierno, no puedo salir de tu alcance. Ningún velo puede escondernos de Dios; No es la oscuridad más espesa. Ningún disfraz puede salvar a ninguna persona o acción de ser vista en la luz verdadera por él. Las guaridas secretas del pecado están tan abiertas ante Dios como las villanías más abiertas. Por otro lado, el creyente no puede ser removido de la presencia de apoyo y consuelo de su Todopoderoso Amigo. Si el perseguidor se quita la vida, su alma pronto ascenderá al cielo. La tumba no puede separar su cuerpo del amor de su Salvador, quien lo levantará como un cuerpo glorioso. Ninguna circunstancia externa puede separarlo de su Señor. En el camino del deber, puede ser feliz en cualquier situación, mediante el ejercicio de la fe, la esperanza y la oración.

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