Por eso ignoran voluntariamente. No les importa saber ni considerar. Eso por la omnipotente palabra de Dios, que limita la duración de todas las cosas, de modo que no puede ser más larga ni más corta. De antaño, antes del diluvio. Los cielos aéreos eran, y la tierra - no como es ahora, sino sobresaliendo del agua y en el agua - Quizás el globo interior de la tierra estaba fijo en medio del gran abismo, el abismo de agua; la concha o globo exterior que sobresale del agua, cubriendo el gran abismo.

Esta, o alguna otra gran y manifiesta diferencia entre la constitución original y actual del globo terráqueo, parece haber sido entonces tan generalmente conocida, que San Pedro acusa totalmente su ignorancia de ella a su obstinación.

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