Y el nombre de la estrella se llama Ajenjo. La amargura incomparable tanto del propio Arrio como de sus seguidores muestra la exactitud exacta de su título. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo. Una parte muy considerable de África estaba infectada con la misma amarga doctrina y Espíritu. Y muchos hombres (aunque no la tercera parte de ellos) murieron - Por la crueldad de los arrianos.

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