Cualquiera que mate a Caín, la venganza será siete veces mayor. Dios dijo que en el caso de Caín, la venganza es mía, yo pagaré; había sido una usurpación atrevida para cualquier hombre quitar la espada de la mano de Dios. Y el Señor puso una marca sobre Caín para distinguirlo del resto de la humanidad. Dios no nos lo ha dicho cuál era la marca: por tanto, las conjeturas de los hombres son vanas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad