Festo dijo: Pablo, estás fuera de ti - ¡Para hablar de hombres que se levantan de entre los muertos! ¡Y de la iluminación de un judío no solo de su propia nación, sino también de griegos y romanos educados y eruditos! No, Festo, eres tú el que está fuera de ti. Ese golpe bastante desviado de la marca. Y no es de extrañar: vio que la naturaleza no actuaba en Pablo; pero no vio la gracia que actuaba en él. Y, por tanto, tomó todo este ardor que animaba al apóstol por un mero comienzo de erudita frase.

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