Raspar - Esto no lo hizo con ropa de lino suave, ya sea porque no tenía ahora una cantidad suficiente; o porque en eso debió haber tenido la ayuda de otros que aborrecían acercarse a él. Ni con sus propias manos o dedos, que también estaban ulcerosos, y por tanto no aptos para ese uso; pero con tiestos, ya sea porque eran los siguientes y estaban listos para su uso actual; o en señal de su profunda humillación bajo la mano de Dios, que le hizo rechazar todo aquello que favorecía la ternura y la delicadeza. Heb. en polvo o cenizas, como solían hacer los dolientes. Si Dios lo pone entre las cenizas, allí se sentará contento. Un espíritu abatido se convierte en circunstancias abatidas y nos ayudará a reconciliarnos con ellas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad