Las sinagogas: estos eran los lugares donde la gente se reunía para orar públicamente y escuchar la lectura y exposición de las Escrituras. Estuvieron en todas las ciudades desde el tiempo de la cautividad en Babilonia, y servían en ellas tres veces al día, tres días a la semana. En cada sinagoga había un consejo de personas graves y sabias, sobre las cuales estaba un presidente, llamado gobernante de la sinagoga. Pero la palabra aquí, así como en muchos otros textos, significa cualquier lugar de concurso público.

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