Saluden a Asíncrito, Flegón, etc. - Parece unir a los que estaban unidos por parentesco, cercanía de habitación o cualquier otra circunstancia. No podía dejar de animar especialmente a los pobres, a ser saludados por su nombre, que tal vez no sabían que el apóstol nunca había oído hablar de ellos. Se puede observar que, si bien el apóstol no olvida a nadie que sea digno, sin embargo, ajusta la naturaleza de su saludo a los grados de valor de aquellos a quienes saluda.

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