Rachel y Leah: amables y fructíferas. Estos dos se destacan porque eran de origen extranjero y, sin embargo, estaban injertados en el pueblo de Dios, como lo fue Rut; y por esa fertilidad que Dios les concedió más que a sus predecesoras, Sara y Rebeca. Raquel se coloca delante de Leah, porque ella era su esposa más legítima y mejor amada. Construyó - Es decir, aumentó la posteridad. Efrata y Belén: dos nombres de un mismo lugar.

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