Ireneo Contra las Herejías Libro III

El Evangelio, por tanto, no conoció otro hijo del hombre sino Aquel que era de María, que también padeció; y ningún Cristo que huyó de Jesús antes de la pasión; pero al que nació lo conoció como a Jesucristo el Hijo de Dios, y que este mismo padeció y resucitó, como Juan, el discípulo del Señor, verdades, diciendo: "Pero estas están escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida eterna en su nombre",[287]

Tertuliano contra Práxeas

Y así mostró, por supuesto, que Él no era el Padre, sino el Hijo; y en otra parte se le llama expresamente "el Cristo, el Hijo de Dios"[257].

Tertuliano contra Práxeas

como el Padre al Padre, y como Dios a Dios? ¿O como el Hijo al Padre, y como la Palabra a Dios? ¿Por qué también este Evangelio, en su misma terminación, insinúa que estas cosas fueron escritas alguna vez, si no es así, para usar sus propias palabras, "para que creáis que Jesucristo es el Hijo de Dios"? [357]

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