Tertuliano contra Marción Libro IV

que "el que prefiriere padre, madre o hermanos a la Palabra de Dios, no era discípulo digno de Él"[730].

Tertuliano sobre el bautismo

cumplió, antes de oírlo, aquel supremo precepto del Señor: "El que me prefiere padre o madre, no es digno de mí"[136].

Tertuliano sobre la oración

había ordenado incluso a Abraham que hiciera un sacrificio de su hijo, no para tentar, sino para probar su fe; a fin de dar por medio de él un ejemplo de aquel precepto suyo, por el cual, poco a poco, iba a ordenar que no tuviera prendas de afecto más queridas que las de Dios.[60]

Tertuliano de Fuga en Persecutione

Y entonces, ¿qué asigna Él a los temerosos? “El que valora su vida más que a Mí, no es digno de Mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo”[29].

Epístola de Cipriano XXV

Porque a esta batalla nuestro Señor, como con la trompeta de su Evangelio, nos estimula cuando dice: "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su propia alma más que a mí, no es digno y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”[4].

Tratado de Cipriano VIII Sobre las obras y las limosnas

apartar al cristiano de las obras buenas y justas, para que alguno se imagine que puede ser excusado en beneficio de sus hijos; ya que en los gastos espirituales debemos pensar en Cristo, quien ha declarado que los recibe; y no preferir a nuestros consiervos, sino al Señor, a nuestros hijos, ya que Él mismo nos instruye y advierte, diciendo: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama a hijo o hija más que yo no es digno de mí.”[48]

Tratado de Cipriano XI Exhortación al martirio dirigida a Fortunato

En el Evangelio el Señor habla y dice: "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma a su cruz y me sigue, no es digno de mí.”[43]

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

También en el Evangelio según Mateo: "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue mí, no es mi discípulo»[502].

Arquelao Actas de la Disputa con el Heresiarca Manes

al número de doce, a quienes también nombró sus apóstoles, les dio este mandamiento: Dejad padre y madre, para que seáis dignos de mí;[585]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro V

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma? "[11]

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