Bienaventurados los misericordiosos.

Aquella multitud con sus ideas marciales del reino pensaba que las virtudes militares eran las que traerían bienaventuranza, pero Cristo pronuncia sus bendiciones sobre las cualidades opuestas. Los misericordiosos, aquellos que en lugar de resentir el daño están dispuestos a perdonar, obtendrán la misericordia divina. La quinta petición del Padrenuestro implica que debemos perdonar si esperamos ser perdonados.

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Nuevo Testamento