Ver 5. Y el diablo, llevándolo a un monte alto, le mostró todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. 6. Y el diablo le dijo: A ti te daré todo este poder, y la gloria de ellos: porque a mí me es entregado; ya quien quiero se la doy. 7. Si me adoras, todo será tuyo. 8. Respondió Jesús y le dijo: Apártate de mí, Satanás; porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, ya él solo servirás.

TEOFILO. El enemigo había atacado primero a Cristo con la tentación del apetito, como también lo hizo con Adán. Luego lo tienta con el deseo de ganancia o codicia, mostrándole todos los reinos del mundo. De ahí se sigue, Y el diablo llevándolo.

GREG. ¿Qué maravilla que se haya dejado llevar por el diablo a los montes, quien aun soportó ser crucificado en su propio cuerpo?

TEOFILO. Pero, ¿cómo le mostró el diablo todos los reinos del mundo? Algunos dicen que se los presentó en la imaginación, pero yo sostengo que se los presentó en forma y apariencia visibles.

TITO BOS. O bien, el diablo describió el mundo en lenguaje, y como pensó lo trajo vívidamente ante la mente de nuestro Señor como si fuera una casa determinada.

Ambrosio;; Verdaderamente en un momento del tiempo, se describen los reinos de este mundo. Porque aquí no es tanto la mirada rápida de la vista lo que se significa como se declara la fragilidad del poder mortal. Porque en un momento todo esto pasa, y muchas veces la gloria de este mundo se ha desvanecido antes de llegar. Sigue, Y él le dijo, Te daré todo este poder.

TITO; Mintió en dos aspectos. Porque no tenía que dar ni podía dar lo que no tenía; no se apodera de nada, sino que es un enemigo reducido a la lucha.

Ambrosio; Porque en otra parte se dice que todo poder es de Dios. Por lo tanto, de las manos de Dios viene la disposición del poder, la lujuria del poder es del maligno; El poder no es malo en sí mismo, sino el que lo usa mal. Entonces que; ¿Es bueno ejercer el poder, desear el honor? Bien si se nos concede, no si se nos arrebata. Debemos distinguir sin embargo en este bien mismo. Hay un buen uso del mundo, otro de perfecta virtud.

Es bueno buscar a Dios; es bueno que el deseo de conocer a Dios no se vea estorbado por ningún negocio mundano. Pero si el que busca a Dios es tentado muchas veces por la debilidad de la carne y la estrechez de su mente, ¿cuánto más está expuesto el que busca al mundo? Se nos enseña entonces a despreciar la ambición, porque está sujeta al poder del diablo. Pero el honor en el exterior es seguido por el peligro en el hogar, y para gobernar a otros, el hombre es primero su servidor, y se postra en obediencia para ser recompensado con honores, y cuanto más alto aspira, más abajo se inclina con fingida humildad; por lo que añade: Si te postras y me adoras.

Cirilo; ¿Y tú, cuyo destino es el fuego inextinguible, prometes al Señor todo lo que es suyo? ¿Pensasteis en tenerlo por adorador, de cuyo pavor se estremece toda la creación? ORIGEN; O, para ver el todo bajo otra luz. Dos reyes luchan encarnizadamente por un reino; El rey del pecado que reina sobre los pecadores, es decir, el diablo; El rey de justicia que gobierna a los justos, es decir, Cristo.

El diablo, sabiendo que Cristo había venido para quitarle su reino, le muestra todos los reinos del mundo; no los reinos de los persas y de los medos, sino su propio reino por el cual él reinó en el mundo, por el cual algunos están bajo el dominio de la fornicación, otros de la avaricia. Y se los muestra en un momento del tiempo, es decir, en el curso presente del tiempo, que no es más que un momento en comparación con la eternidad.

Porque el Salvador no necesitaba que le mostraran por más tiempo los asuntos de este mundo, sino que tan pronto como volvió los ojos para mirar, vio que los pecados reinaban y que los hombres eran esclavos del vicio. Entonces el diablo le dice: ¿Has venido a contender conmigo por el dominio? Adórame, y he aquí, te doy el reino que poseo. Ahora bien, el Señor ciertamente reinaría, pero siendo la Justicia misma, reinaría sin pecado; y quisiera que todas las naciones se sujetaran a él, para que obedecieran la verdad, pero no reinaría sobre los demás como para que él mismo se sujetara al diablo. De aquí se sigue: Respondiendo Jesús, le dijo: Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás.

TEÓFILO El diablo, diciendo a nuestro Salvador: Si te postras y me adoras, recibe respuesta de que él mismo debe adorar a Cristo como su Señor y Dios.

Cirilo; Pero ¿cómo es que el Hijo (si como dicen los herejes un ser creado) es adorado? ¿Qué acusación se puede presentar contra aquellos que sirvieron a la criatura y no al Creador, si al Hijo (según ellos un ser creado) debemos adorar como Dios?

ORIGEN; O bien, todos estos, dice, los tendría sujetos a mí, para que puedan adorar al Señor Dios, y servirle solo a Él. ¿Pero queréis que el pecado comience por mí, que vine aquí a destruir?

Cirilo; Esta orden lo conmovió profundamente; porque antes de la venida de Cristo, él era adorado en todas partes. Pero la ley de Dios, derribándolo de su dominio usurpado, establece el culto solo a Aquel que es realmente Dios.

TEÓFILO; Pero alguien puede preguntar cómo este mandato está de acuerdo con la palabra del Apóstol, que dice: Amados, servíos los unos a los otros. En griego, significa un servicio común (es decir, dado a Dios o al hombre) según el cual se nos pide que nos sirvamos unos a otros; sino que es el servicio debido a la adoración de la Deidad, con el cual se nos pide que sirvamos solo a Dios.

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