Ver. 16. Entonces Herodes, cuando vio que los sabios se burlaban de él, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus términos, de edad de dos años para abajo, conforme al tiempo que había consultado diligentemente a los magos.

Pseudo-Chrys.: Cuando el niño Jesús hubo vencido a los magos, no por el poder de su carne, sino por la gracia de su Espíritu, Herodes "se enojó sobremanera", que aquellos a quienes él, sentado en su trono, no tenía poder para movimiento, obedecían a un Niño acostado en un pesebre. Entonces, por su desprecio hacia él, los magos dieron más motivo de ira. Porque cuando la ira de los reyes se agita por temor a sus coronas, es una ira grande e inextinguible.

¿Pero qué hizo? "Envió y mató a todos los niños". Como una bestia herida desgarra todo lo que encuentra como si fuera la causa de su escozor, así él, burlado por los magos, gastó su furia en los niños. Se dijo a sí mismo en su furor: 'Ciertamente los Magos han encontrado al Niño que dijeron que sería Rey;' pues un rey que teme por su corona todo lo teme, todo lo sospecha. Entonces envió y mató a todos esos infantes, para poder asegurar uno entre tantos.

Aug.: Y mientras persigue así a Cristo, proporcionó un ejército (o mártires) vestidos con túnicas blancas de la misma edad que el Señor. Agosto, Serm. 220. App.: He aquí cómo este enemigo injusto nunca pudo haber aprovechado tanto a estos infantes con su amor, como lo hizo con su odio; porque cuanto abundó sobre ellos la iniquidad, tanto abundó sobre ellos la gracia de la bendición.

Agosto, Serm. 373, 3: ¡Oh bienaventurados infantes! Sólo dudará de vuestra corona en esta vuestra pasión por Cristo, quien dude de que el bautismo de Cristo tenga un beneficio para los infantes. El que al nacer tuvo ángeles para anunciarlo, los cielos para dar testimonio y magos para adorarlo, seguramente podría haber impedido que éstos no murieran por Él, si no hubiera sabido que no murieron en esa muerte, sino que vivieron en mayor bienaventuranza. Lejos esté el pensamiento de que Cristo, que vino a liberar a los hombres, no hizo nada para recompensar a los que murieron en Su nombre, cuando colgado en la cruz oró por los que le dieron muerte.

Rabano: No está satisfecho con la masacre de Belén, sino que la extiende a los pueblos adyacentes; sin escatimar edad desde el niño de una noche hasta el de dos años.

Agosto, Serm. 132, App.: Los magos habían visto esta estrella desconocida en el cielo, no pocos días, sino dos años antes, como le habían dicho a Herodes cuando preguntó. Esto hizo que fijara "menor de dos años"; como sigue, "según el tiempo que había consultado a los magos".

Brillo. ord.: O porque temía que el Niño, a quien incluso las estrellas servían, pudiera cambiar Su apariencia a mayor o menor que la de Su propia edad, o pudiera ocultar a todos los de esa edad: por lo tanto, parece ser que mató a todos de una sola vez. día a dos años.

Agosto, de Cons. Evan., 2, 11: O, perturbado por la presión de peligros aún más inminentes, los pensamientos de Herodes son llevados a otros pensamientos que no sean la matanza de niños, podría suponer que los magos, al no poder encontrar a Aquel que habían supuesto nacido, se avergonzaron para volver a él. Para que, cumplidos los días de la purificación, pudieran subir seguros a Jerusalén. Y quién no ve que un día pudieron escapar a la atención de un Rey ocupado en tantos afanes, y que después cuando las cosas hechas en el Templo llegaron a difundirse, entonces Herodes descubrió que había sido engañado por los Magos. , y luego envió y mató a los niños.

Beda, Hom. en nat. Inocencio: En esta muerte de los niños está figurada la preciosa muerte de todos los mártires de Cristo; que fueran niños significa que sólo por el mérito de la humildad podemos llegar a la gloria del martirio; que fueron asesinados en Belén y sus alrededores, que la persecución será tanto en Jerusalén, de donde se originó la Iglesia, como en todo el mundo; en los de dos años figuran los perfectos en doctrina y obras; los menores de esa edad los neófitos; que fueron asesinados mientras Cristo escapaba, significa que los cuerpos de los mártires pueden ser destruidos por los impíos, pero que Cristo no puede ser quitado de ellos.

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