Verso 20. Porque si, después de haber escapado.

Siendo enseñados por Dios, y aprendiendo así lo que debemos hacer para llegar a ser sus hijos, lo cual incluye el conocimiento del Señor Jesucristo; en resumen, nos hemos revestido de Cristo, nos hemos convertido en sus súbditos y, por los medios que tan amablemente nos proporcionó un Padre amoroso, hemos escapado del mundo y de todas sus contaminaciones. Ahora bien, en caso de que nos enredemos de nuevo con las tentaciones del mundo, y seamos así vencidos y apostatados, ¿qué pasa entonces con nuestra condición? Este último estado es peor para nosotros que el estado del que escapamos en nuestra conversión a Cristo. La inspiración lo ha dicho, y el Dios del cristianismo lo sabe.

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Antiguo Testamento