(1:2) "Gracia y paz" siempre se encuentran unidas cuando se hace referencia al creyente ya las riquezas que le proporciona la unión con Jesucristo. El elemento más esencial de este versículo es la declaración de que todo lo que tenemos nos viene directamente de "Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo". Mire esto con cuidado ahora: el papel de Cristo como Salvador se anuncia ampliamente en la mayoría de las iglesias cristianas de hoy.

Su adoración es casi universal tanto en cuerpos evangélicos como litúrgicos que se dicen cristianos. Pero, también es triste el caso de que la posición y el papel de Dios Padre es; ignorado por el clero, a menudo olvidado y principalmente pasado por alto por muchos creyentes. No es una cuestión de omisión intencional, sino simplemente de negligencia y falta de énfasis desde el púlpito. Muchos maestros de la Biblia y un gran porcentaje del liderazgo de la iglesia simplemente omiten el enfoque en el Padre por costumbre.

¿Es esto un problema serio? Desafortunadamente es. Este es un curso muy peligroso y lleva al continuo debilitamiento de la Iglesia, como veremos. Las canciones que les enseñamos--("Qué amigo tenemos en Jesús").

(2) Las imágenes del hombre Jesús, un profeta judío de rostro bondadoso, como el objeto de sus oraciones.

(3) El Niño Jesús en el pesebre—Un bebé dulce e inocente digno de ser adorado.

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