Al momento gritaron. ¡Con un grito sobrenatural! Este relato muestra que la posesión demoníaca no era simplemente una enfermedad física o mental. Los espíritus malignos literalmente tomaron el control de sus víctimas y hablaron a través de ellas. Aprendemos en otra parte que el pecado preparó a la víctima para ser poseída. [Algunos eruditos creen que tanto la posesión demoníaca como los actos milagrosos del Espíritu Santo desaparecieron después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 dC] Hijo de Dios. Los demonios sabían quién era. ¿Has venido? Sabían que Cristo no podía ser derrotado. Parecían esperar su propio castigo final.

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Antiguo Testamento