Resumen de Sofonías

En medio de este juicio de la nación, Jerusalén ocupa el lugar principal. En el capítulo 3, el Espíritu de Dios, mientras deja al descubierto la iniquidad que lo ocasionó, se vuelve hacia el remanente y los exhorta a esperar en Jehová, ya que toda esperanza se había ido. Él los ilumina con respecto a Sus tratos, y les revela de qué manera estos resultarán en bendición para Israel. Dios había estado en medio de la ciudad santa, ahora contaminada, pero ella no quiso acercarse a Él ni obedecerle.

Sus príncipes eran los violentos de la tierra, sus jueces rapaces, sus profetas vanos y traicioneros, sus sacerdotes profanaban el santuario. Jehová estaba allí para mostrarles sus pecados y Su juicio; pero los impíos fueron desvergonzados en su iniquidad. Sin duda Jehová había cortado las naciones y las había dejado desoladas; pero seguramente Israel, por muy castigado que fuera, recibiría instrucción: Jehová no se vería obligado a extirparlos.

Pero ellos habían corrompido diligentemente todas sus obras. Debido a que no quisieron escuchar a Jehová, quien les había mostrado tanta misericordia, quien había estado tan cerca de ellos, Israel, sin nombre, se hunde al nivel de las naciones, que son el objeto del justo juicio de Dios, y el remanente es llamados ( Sofonías 3:8 ) a esperar solo en Jehová, que está para ejecutar este juicio, a esperar el momento (ya que nada tocó el corazón endurecido del pueblo) en que Jehová se levantaría a la presa.

Hasta ese momento no se pudo hacer nada. Israel no quiso escuchar. El juicio no pertenecía al remanente. Y este juicio solo podría poner fin a su angustia. Dios reuniría a todas las naciones para derramar Su furiosa ira sobre ellas: el testimonio solemne y universal de los profetas. Pero entonces les volvería [1] un lenguaje puro, para que invocaran el nombre de Jehová para servirle de común acuerdo. Reuniría también a todos los dispersos de Israel desde las tierras más lejanas.

Jerusalén ya no debe recordar su vergüenza; sus transgresiones deben ser completamente borradas. Los soberbios deben ser quitados de en medio de ella: un pueblo humilde y despreciado debe estar en medio de ella, cuyo refugio debe ser solo Jehová; el pequeño remanente no debe hacer iniquidad, ni debe hablar mentiras. Deben alimentarse y acostarse en seguridad; ninguno debe hacerlos temer. Sofonías 3:14-17 contienen un cántico de alabanza, que el Espíritu incita y enseña a Sión, a quien llama a cantarlo con acción de gracias a Jehová-que ha quitado para siempre su condenación-que está en medio de ella-que se regocija en su amor hacia ella.

Todos los que se habían afligido por el oprobio de Sion, y que habían suspirado por sus asambleas solemnes, debían ser reunidos; sus enemigos serían destruidos, y sus hijos tendrían alabanza y fama en todos los lugares donde habían sido despreciados y vituperados. Israel debe ser objeto de alabanza entre todas las naciones de la tierra.

Nota 1

Este es un testimonio muy claro, cuando se trata de que las naciones de la tierra aprendan justicia.

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