16 La lujuria de la carne o, a saber, la lujuria de la carne. El viejo intérprete traduce el verso de otra manera, porque de una oración hace dos. A esos autores griegos les va mejor, quienes leen estas palabras juntos: "Lo que sea que esté en el mundo no es de Dios". y luego los tres tipos de lujurias que introducen entre paréntesis. Para John, a modo de explicación, insertó estos tres detalles como ejemplos, para que pudiera mostrar brevemente cuáles son las búsquedas y pensamientos de los hombres que viven para el mundo; pero ya sea una división completa y completa, no significa mucho; aunque no encontrarás un hombre mundano en el que estas lujurias no prevalezcan, al menos uno de ellos. Nos queda por ver qué entiende por cada uno de estos.

La primera cláusula se explica comúnmente de todas las lujurias pecaminosas en general; porque la carne significa toda la naturaleza corrupta del hombre. Aunque no estoy dispuesto a contender, no estoy dispuesto a disimular que apruebo otro significado. Paul, cuando prohíbe, en Romanos 13:14, hacer provisiones para la carne en cuanto a sus deseos, me parece el mejor intérprete de este lugar. Entonces, ¿qué es la carne allí? incluso el cuerpo y todo lo que le pertenece. ¿Cuál es, entonces, la lujuria o el deseo de la carne, pero cuando los hombres mundanos, que buscan vivir con suavidad y delicadeza, solo intentan sus propias ventajas? Bien conocida por Cicerón y otros, es la triple división hecha por Epicuro; porque él hizo esta diferencia entre las lujurias; hizo algunos naturales y necesarios, algunos naturales y no necesarios, y otros ni naturales ni necesarios. Pero John, que conoce bien la insubordinación (ἀταξία) del corazón humano, condena sin dudarlo la lujuria de la carne, porque siempre fluye sin moderación y nunca observa ningún medio debido. Luego viene gradualmente a vicios más groseros.

La lujuria de los ojos Él incluye, como creo, miradas libidinosas, así como la vanidad que se deleita en la pompa y el esplendor vacío.

En último lugar, sigue el orgullo o la altivez; con lo cual está conectada la ambición, la jactancia, el desprecio de los demás, el amor ciego de uno mismo, la testaruda confianza en sí mismo.

La suma del todo es que, tan pronto como el mundo se presenta, nuestras lujurias o deseos, cuando nuestro corazón está corrupto, son cautivados por él, como bestias salvajes desenfrenadas; para que varias lujurias, todas las cuales son adversas a Dios, tengan dominio en nosotros. La palabra griega, βὶος representa la vida, (vita,) significa la forma o la forma de vivir.

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