3 Para cuando dirán. Aquí tenemos una explicación de la similitud, el día del Señor será como un ladrón en la noche. ¿Porque? porque vendrá repentinamente a los incrédulos, cuando no se los busque, de modo que los sorprenda, como si estuvieran dormidos. ¿Pero de dónde viene ese sueño? Seguramente desde el profundo desprecio de Dios. Los profetas frecuentemente reprenden a los malvados a causa de esta negligencia supina, y seguramente esperan con un espíritu de descuido no solo ese último juicio, sino también los que ocurren diariamente. Aunque el Señor amenaza con la destrucción, (592) no dudan en prometerse paz y todo tipo de prosperidad. Y la razón por la que caen en esta destructiva indolencia (593) es porque no ven esas cosas realizadas de inmediato, que el Señor declara que sucederán, porque Consideran que es fabuloso que no se presenta inmediatamente ante sus ojos. Por esta razón, el Señor, para poder vengar este descuido, que está lleno de obstinación, llega de repente, y en contra de la expectativa de todos, precipita a los malvados de la cima de la felicidad. A veces proporciona fichas de esta naturaleza de un advenimiento repentino, pero esa será la principal, cuando Cristo vendrá a juzgar al mundo, como él mismo testifica, (Mateo 24:37) comparando ese tiempo con el edad de Noe, en la medida en que todo dará paso al exceso, como en el reposo más profundo.

Como los dolores de la maternidad. Aquí tenemos una similitud más adecuada, en la medida en que no hay mal que se apodera más repentinamente, y que presiona más intensamente y más violentamente en el primer ataque; Además de esto, una mujer que está embarazada tiene en el útero una ocasión de dolor sin sentirlo, hasta que es atrapada en medio de un banquete y una carcajada, o en medio del sueño.

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