Obsérvese, sin embargo, que él dice que había estado en necesidad, porque nunca habría sido una carga para ellos, si no hubiera estado limitado por la necesidad. Sin embargo, mientras tanto, trabajó con sus manos, como hemos visto antes, (1 Corintios 4:12), pero, como el trabajo de sus manos no fue suficiente para sostener la vida, se contribuyó algo adicional por los macedonios. En consecuencia, no dice que los macedonios le habían proporcionado su vida, (826) sino simplemente que habían suministrado lo que faltaba. Hemos hablado en otra parte de la sagrada prudencia y diligencia del apóstol para prevenir los peligros. Aquí debemos tomar nota del celo piadoso de los macedonios, que no dudaron en contribuir con su sustancia para su paga, para que el evangelio pudiera ser proclamado a otros, y también a aquellos que eran más ricos que ellos. Ah! ¡qué pocos macedonios hay en la actualidad y, por otro lado, cuántos corintios puedes encontrar en todas partes!

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