Esto parece agregado a modo de explicación. Como Ezequiel ha hablado de su forma humana, agrega que sus pies eran rectos, aunque los llama redondos o como los de un ternero. Me refiero a la rectitud no solo a los pies sino también a las piernas. Por lo tanto, es como si hubiera dicho que estos animales se pararon como los hombres. Porque nos diferenciamos de los brutos, que miran hacia el suelo. Como el poeta comenta apropiadamente, cuando elogia el favor singular que Dios ha conferido al hombre,

El hombre mira hacia arriba y con los ojos erguidos Contempla sus propios cielos hereditarios. (28)

El Profeta ahora significa lo mismo, cuando dice que los animales tenían patas rectas. Afirma que no tenían nada parecido a los brutos, sino más bien a la apariencia o semejanza del hombre. Él dice que sus pies eran redondos, y esto parece indicar su agilidad o la variedad de sus movimientos, como si hubiera dicho que sus pies no estaban confinados, en ninguna dirección, pero donde sea que Dios los impulsa, se mueven fácilmente, ya que Los pies son redondos. Si alguno de nosotros desea girar hacia la derecha o hacia la izquierda, sentirá que está luchando con la naturaleza, si intenta al mismo tiempo caminar hacia atrás; sin embargo, si sus pies eran redondos, o de la forma de los pies de las pantorrillas, podría moverse fácilmente en cualquier dirección. La agilidad de este tipo parece entonces señalada en los animales. En cuanto a las chispas que brillaban como el latón o el acero pulido, sabemos que esta similitud a menudo ocurre en las Escrituras, ya que cada vez que Dios desea prestar atención a sus siervos, propone nuevas figuras que pueden despertar su admiración. Esto mismo le sucedió a nuestro Profeta, porque si el color carnoso habitual hubiera aparecido en estos animales, esto quizás se hubiera descuidado: incluso el Profeta no había considerado el significado de la visión con suficiente atención. Pero cuando vio los relucientes muslos y las chispas brillando en todas direcciones, como si fuera de acero pulido, se vio obligado a aplicar su mente con más atención a esta visión. Ahora, por lo tanto, vemos por qué dice que la apariencia de las piernas era como el acero pulido, y que chispeaban sobre ellos

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