20. Y Faraón ordenó a sus hombres. Al dar el mandamiento de que Abram debería tener una conducta segura fuera del reino, Faraón podría haberlo hecho, en aras de proveer contra el peligro; porque Abram había despertado el odio de la nación contra sí mismo, como contra alguien que había traído el azote de Dios junto con él; pero como esta conjetura tiene poca solidez, doy una interpretación más simple, que el permiso de partida se le otorgó a Abram con la adición de un guardia, para que no se vea expuesto a la violencia. Porque sabemos lo orgullosos y crueles que fueron los egipcios; y cuán odioso era envidiar a Abram, porque al haberse vuelto repentinamente rico, parecería llevar consigo el botín.

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