35. Ahora el esclavo no permanece en la casa siempre. Agrega una comparación, tomada de las leyes y de la ley política, en el sentido de que un esclavo, aunque puede tener poder por un tiempo, no es el heredero de la casa; de lo cual infiere que no hay libertad perfecta y duradera, sino lo que se obtiene a través del Hijo. De esta manera, acusa a los judíos de vanidad, porque ellos tienen una máscara en lugar de la realidad; porque, en cuanto a ser descendientes de Abraham, no eran más que una máscara. Ocupaban un lugar en la Iglesia de Dios, pero un lugar como Ismael, un esclavo, alzándose contra su hermano nacido libre, usurpado por un corto tiempo, (Gálatas 4:29.) La conclusión es que todos quienes se jactan de ser hijos de Abraham no tienen más que una pretensión vacía y engañosa.

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